El sábado 6 de abril, en el Espacio Cultural Santa Clara, cedido por el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla, se ha presentado nuestro cartel anunciador de la Romería de Pentecostés 2024, magnífica pintura de D. José Cabrera Lasso de la Vega que él ha titulado como «La fuerza del Cerro». “He plasmado los sentimientos de mi infancia, cuando el Simpecado del Cerro pasaba por mi colegio del Matadero“, ha dicho el artista en una emotiva intervención mientras presentaba su obra.
El águila que corona el cartel representa al barrio y la fuerza con la que esta hermandad persiste en su OBRA SOCIAL y en su amor por la Virgen del Rocío. El Simpecado, motivo central, se muestra en su carreta tras la airosa reja del colegio «Ortiz de Zúñiga», que visita cada año en la salida de la Romería y en la parte inferior de la pintura se plasma la presentación a la Virgen en su procesión, momento mágico de esta hermandad, siendo protagonistas dos niños con camisa blanca que representan el compromiso de nuestra Corporación con la infancia en la mayor obra de la hermandad, las COLONIAS SOLIDARIAS. Todo ello realizado con una depurada técnica con la que el pintor ha transformado el lienzo en una sinfonía colorista con predominio del verde, color corporativo de la hermandad, y el rojo pentecostal, como símbolo de la llegada del Espíritu Santo como lenguas de fuego sobre el Colegio Apostólico.
Desde nuestra Corporación damos las gracias a José Cabrera por tan maravillosa obra, llena de simbolismo, amor hacia María Santísima del Rocío y sentimiento puro hacia nuestra hermandad.
Que la Señora bendiga a José y a toda su familia.
Palabras del autor del cartel: D. José Cabrera Lasso de la Vega
«LA FUERZA DEL CERRO»
Ése es el título de el cartel anunciador de la Romería de Pentecostés que he realizado para mi querida Hermandad del Rocío del Cerro.
La fuerza, el tesón y la valentía de ésta hermandad que queda representada en ése perfil del Águila, una antepuerta que envuelve ésta personal visión que os describo a continuación.
A través de la reja de mi colegio, cada año te veía pasar. A través de la reja de mi colegio, el Ortiz de Zúñiga, te cantábamos tu Salve. A través de la reja de mi colegio, el antiguo matadero, me despedía de tí, ansiando el momento de hacerme mayor para poder ir a verte a la Aldea.
Yo no tuve la suerte, Madre, de que me llevaran hasta tus mismas andas en volandas, para que me bendijeras un Lunes de Pentecostés. No tuve la suerte que otros niños sí tuvieron de rozarte y de mirarte cara a cara, cuando venías al encuentro del Simpecao verde y el júbilo rebosaba en las caras de la gente.
Pero sí tuve la suerte de disfrutar cada año de aquel otro momento; cuando se paraba en nuestro cole tu Simpecao de la Hdad. del Cerro del Águila en su carreta de plata para iniciar su camino, el camino que lo llevaría hasta Tí.
Tuve esa suerte, la de compartir con la buena gente del Cerro esos momentos cuando salia de Sevilla camino a la Aldea . Un derroche de alegría que mostraba aquella hermandad humilde y valiente, cantando y jaleando a su Simpecao cuajao de flores… y que era su manera de rezar.
Cuando fui mayor, mil veces fui a verte Rocío, a entregarte mi alma.
Pero en mi memoria de niño quedará el Simpecao del Cerro, el que veía tras la reja, al que cantaba tu Salve, porque en él se refleja Tu cara donde, aún hoy, todo el año te miro.
MIXTA: Óleo+acrílico sobre tabla.