El pasado viernes se vivió en la Hermandad una intensa velada cofrade. Nos deleitó con su piano el joven Eduardo López Morillo, quien interpretó varias marchas procesionales incluidas en su primer trabajo discográfico, «Desde el alma», que fueron muy ovacionadas por los asistentes.
Nuestro Hermano Mayor, Antonio Fernández, le obsequió al finalizar con un azulejo, réplica del rostro de la Virgen del Rocío que luce en el retablo de la parroquia, así como con nuestra medalla corporativa. Su entrega la hicieron dos ilustres invitados cofrades, el pintor José Cabrera Lasso de la Vega y el diseñador Chesco Fernández, artífices respectivamente de la pintura central y del diseño que hermosearán el futuro banderín de nuestro Grupo Joven.
La convivencia continuó alrededor de un animado ambigú con deliciosas tapas de cuaresma y torrijas.
Luego se celebró el esperado e intenso concurso de cultura cofrade, con amplia participación de hasta siete equipos. Repitió el campeón del año pasado, Gloria Nazarenorum, que en esta ocasión contó con dos miembros de excepción, nuestros artistas invitados.
En definitiva, una jornada emocionante para disfrutar entre nuestros hermanos.
Damos las gracias al joven Eduardo López por su magnífico recital de piano; a nuestros amigos José Cabrera y Chesco Fernández por aceptar nuestra invitación e integrarse con entusiasmo en la jornada; al equipo de Priostía por preparar con el gusto que acostumbran el pequeño detalle cofrade que engalanó el acto; a los hermanos que atendieron el ambigú y a quienes proporcionaron tan deliciosas viandas; y a todos los asistentes, que volvieron a llenar nuestra casa de vida y buen ambiente en torno a nuestras creencias y tradiciones. Por todos ellos rogamos a nuestra Madre del Rocío para que los colme de bendiciones.
